EL CÓDIGO DEL POLÍTICO DE ALTURA

Fecha de Publicación:

Acapulco de Juárez, Gro. Méx. 9/Junio/2011

Dir. Revista Virtual LEMA Universitario:

Emilio Nahín Rojas Madero

"Mi vida por una mejor Nación"

El Código Del Político De Altura

Emilio Nahín Rojas Madero

 Hace mucho tiempo que he deseado poder recorrer el mundo y llevar mis experiencias a la gente; para formar verdaderos políticos y no esa piltrafa o aberración política del “pescadito”. Afortunadamente gracias al internet y a ésta respetable prensa escrita; mis palabras han pisado tierras que tal vez jamás tocaré, convirtiéndose en el medio para llevar a cabo una escuela de cuadros. Pero no encaminada a un sector privilegiado; sino para el mundo en general, pues tengo la utópica idea de que si queremos cambiar el entorno social en que nos encontramos; todos debemos estar en ese intercambio de ideas; formar parte de esa “uniménte”, consientes de esa latente revolución y ante la negativa al cambio, eso solo acrecentará el dolor de nuestra agonía. Puesto que es una ley natural; -“Todo Evoluciona”-.

Sin embargo; en ocasiones caigo en la tristeza y el deseo de abandonarlo, pues casi siempre quien me inspira a escribir, son mis propios amigos; familiares y padres políticos cuando les observo hacer grilla y no política. Más aun cuando busco la forma de enviarles los recortes o notas; pero no las comprenden, es como si hablara con oyentes sordos y escribiera para videntes ciegos; esta ocasión no es la excepción. Pero probablemente también sea el hecho de que yo mismo haya extraviado el camino; en busca del ambicioso crecimiento personal y “hoy que tengo un poco”, he decidido olvidar la lucha social, tal cuales han sido las palabras de algunos de los integrantes de mi familia. Pues ¡quién me puede asegurar que mis pasos van a la izquierda, cuando erróneamente me encaminan a la derecha!

Una de las razones por las cuales la sociedad y los políticos reales están llegando a un punto crítico de hartazgo sobre los seudo-políticos de hoy, es la nueva  actitud antidogmatica que adoptaron. Ese político pescadito que se cree el sabedor del juego; “todo un profesional” de la burla y el engaño, sin caer. Pues de la boca profesa ser rojo y mañana resulta ser verde; hoy dice ser luchador social, un ente de izquierda frente a los pobres y a la vuelta dice ser de derecha ante los ricos. Hoy se le puede ver tomándose la foto con el candidato liberal y mañana tomado de la mano del conservador. Hoy te dice que esta contigo y mañana ni te conoce; pero eso sí, siempre buscando resolver su necesidad personal y traicionándote al alcanzar su objetivo o cuando fracasas. Estos oportunistas creen que sus acciones no son tomadas en cuenta por la clase política de altura y la sociedad a las que en su ignorancia creen poder tildar de tontas; pero están en un error, la gente no olvida y no perdona ese juego camaleónico.  

Durante mis años de formación profesional; conocí a muchos “pescaditos” que corrían a buscarnos para que les apoyáramos en sus evaluaciones finales. Pero cuando se venían los tiempos electorales en la universidad y solicitábamos su voto, nunca respondieron de igual manera. Al grado que tuvimos que radicalizar una confrontación político-electoral contra los maestros que eran nuestros adversarios, para evitar la represión futura. Y los sínicos regresaban al siguiente periodo expresando que siempre estuvieron con uno; buscando burlarse para que se les volviera a apoyar. El profesor Ramón Silva Santos comprendió nuestra postura política y firmo la paz; pero sobretodo, debelándonos el código del político. -“Se bien quién es verdaderamente un actor político y quien miente, conmigo el apoyo es seguro; sin importar que mañana estén en mi contra”- y continuo –“pero jamás pidan ayuda por alguien que dijo estar con ustedes y no estuvo; porque es seguro que eso mismo me dirá a mí; esos son los pescaditos y debemos pisotearlos, para acabar con su política basura”-.

Los que hacen vida política, sin importar el partido o color, se respetan; existe intuitivamente ese código de ética política. Pues así como ellos sufrieron las traiciones de esos oportunistas rumbo a su ascenso al poder; saben que muchos otros seguirán pasando por ése camino. Durante la contienda electoral pasada en Guerrero; oí a esos decir  ser izquierdistas y pisotearon la playera frente al pueblo, para vestir la “verde”; reunidos en privado con el candidato opuesto, conformándose con 12 toneladas de cemento y $50 mil pesos (M/N) como pago por sus conciencias. Observe que con presto les tostonearon nombramientos en la cara; firmados por el triunfador contrario, inmediatamente le bailaban a su nuevo amo. Vulgares grillos de la prostitución política; que creen poder burlarse del código, sin darse cuenta de que se malbarataron. De ellos se burla la clase política de altura; pues solo les extirpan el capital político y los tiran a la basura, sin darles un solo espacio; pues saben que de dejarles crecer, ellos serán sus principales adversarios; traidores escupidores de mano.

Quizás la razón por la que tenemos tanto político balín, traidor o pescadito sea la falta de conceptualización y diferenciación entre política y grilla; que han llegado a confundirlas. Pero ¿Cuál es esa diferencia? Algunos politólogos expresan que política no es mas que una praxis; pero una práctica o acción de qué. Para muchos; tal vez los contenidos que daré sobre ambos adjetivos no satisfagan la demanda intelectual y más aun ante el hecho de que pueden sonar muy medievalistas, por su alto contenido de valores; pero estoy seguro de que por algo se comienza a conceptualizar. En lo que estoy planamente de acuerdo es que política y grilla son una praxis; sin embargo, la forma en que se rige el actor o actores, es la que determinará el contenido de los calificativos. Política: conjunto de practicas o acciones del individuo o individuos sustentadas y fundamentadas conforme al derecho, lo profesional, lo moral, lo ético en beneficio del bien común e individual. Grilla: conjunto de practicas o acciones tergiversadoras de la ley, timadoras o simuladoras, faltas de todo valor moral y ético en beneficio del bien común o individual.

Y es que precisamente esa inexistencia de valores en la nueva clase seudopolitica, sea lo que hace falta; diezmándose toda credibilidad ante el pueblo. Y no solo los “políticos pescaditos” están siendo perjudicados y embarrados por esta mala praxis, sino hasta los políticos reales y detrás de ellos, las religiones y las televisoras; ante lo cual, las dos últimas ya comenzaron a sufrir las de Caín, pues la propia sociedad ha optado por cambiarlas o crear sus propios dogmas y medios de información. ¿Será el mismo remedio que la sociedad deberá adoptar frente a la actual clase política? ¡Desconocer al parlamento, sus mandatarios, gobernantes, primeros ediles o funcionarios públicos! Si los verdaderos políticos no erradican a los “políticos charales”, se orillara al pueblo a una acción radical. Como la de entrar en alguna dependencia de gobierno; paraestatal o paramunicipal  y ejercer justicia por propia mano sobre algunos funcionarios.

Necesario pues se hace aplicar el código del político, para educar; aun en contra de la sangre. Puesto que hasta en el seno familiar ocurre lo mismo; si se le perdonan y solapan las fechorías a un hijo, como resultado tendremos a un ladrón y si se le perdona a un padre, tendremos a un bribón. El hombre debe ser responsable de sus actos y si escogió el mal camino; felicidades. Si choca con pared dejarle solo para que valore y aprenda a respetar a quien le tiende la mano. Para que aprenda a no mentir ni jugar con dos lados, puesto que no se puede ser frio o caliente a la ves; mucho menos tibio; esos hasta Dios mismo los aborrece (Apocalipsis 3:15-16). Y el actual gobernador de Guerrero; Ángel Aguirre Rivero, en un discurso reciente, fue muy claro con esa clase política y les a expresado que con él han quedado muertos políticamente hablando y con esos traidores, todo aquél que les siga. Lo malo que entre ellos van buenos talentos, pero por su falta de análisis se dejan envilecer. Espero que mis amistades hayan captado ese discurso y se salven del tsunami político o de plano sean en vano todos esos años de quehacer y practica política que tanto me platican.

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