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martes, 25 de enero de 2011

COLUMBINE; MASACRE EN LA UAG

Fecha de Publicación:

Acapulco de Juárez, Gro. Méx. 25 Enero 2011



Dir. Revista Virtual LEMA Universitario:

Emilio Nahín Rojas Madero

“Mi vida por una mejor Nación”




Columbine; Masacre en la UAG

Emilio Nahín Rojas Madero


Columbine es el nombre de una escuela secundaria situada en el Condado de Jefferson, Colorado EE. UU. Conocida por el asesinato masivo que tuvo lugar el 20 de abril de 1999 en sus instalaciones. Donde dos adolescentes alumnos, Eric Harris, de 18 años de edad, y Dylan Kleboldde 17, entraron en la escuela, armados con dos escopetas, varios dispositivos explosivos caseros y una bomba compuesta por un tanque de propano de 9 kilogramos; los adolescentes, antes de suicidarse, realizaron numerosos disparos en la cafetería y en la biblioteca de la escuela, asesinando a 13 personas (12 alumnos y un profesor) e hiriendo a 24 alumnos, resultando un total de 15 personas fallecidas. En Beijín, China; tan solo en el 2004 más de 19 mil estudiantes cometieron suicidios como consecuencia de la “depresión”.


Pero ¿Qué es lo que obliga a un estudiante el tomar un arma, entrar a una escuela y masacrar a sus compañeros? ¿Qué fenómeno social impulsa a un alumno a atentar contra su vida? Émile Durkheim plantea que –“Es el entorno social el que genera las condiciones pertinentes y necesarias para el actuar del individuo en sociedad”–. En base a ésta presea, podríamos asegurar que el exagerado modelo educativo de la competitividad podría ser uno de los patrones potenciales para que se generen estos fenómenos sociales. En países como China, se les inculca a los estudiantes a competir por ser los mejores; al grado de que con el simple hecho de que un estudiante fracase en un solo examen de nueve aprobados, ya es sinónimo de incompetente. Y que por lo tanto, no es apto para la vida laboral.


Otro factor sería el de la exagerada preparación de soldados en el arte de la guerra y adiestramiento militar que ingresan a academias como las de EE. UU. Pero que en el momento en que no se les encuentra un lugar para aplicar su oficio (Matar) son desechados por el gobierno y reinsertados en la sociedad. Tales personajes son como animales de caza; que al estar en acto pasivo son como ollas exprés listas para explotar; y necesitan desahogar ese potencial de alguna manera. Es por ello que algunos militares inactivos, entrar en lugares públicos con iglesias, centros comerciales y universidades para dejar muerte por todos sus pasillos. O en su defecto, se convierten en adiestradores de menores; para transmitirles sus conocimientos. Estados Unidos es el país numero uno con este tipo de problemas en el mundo; por su tonta política armamentista, en tiempos de paz y es por ello que constantemente busca guerra o la provoca para evitar que sus soldaditos asesinen a sus civiles.


Pero la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) tiene un tercer factor potencial y su nombre es: Corrupción. Cada final de semestre, el 70% de los Decanos buscan hacer su “Agosto” a costillas del alumnado; coaccionándolo y buscando argumentos para reprobarlo con dolo para exigirles una cuota onerosa de hasta $1 mil 500 pesos (M/N Méx.) por otorgarles una calificación aprobatoria. En su defecto; también solicitan respaldo y trabajo político o en el peor de los casos; proposiciones indecorosas. Pero la corrupción no nació de la noche a la mañana; inicio como un mecanismo de apoyo solidario, mejor conocido como “Donación Voluntaria” (despensas) para enfrentar la lucha que se sostenía contra el Estado. El gobierno declaro a la UAG de “Elefante Blanco” a pesar de que contaba con decanos rusos, chilenos, cubanos entre otros y lo hizo con la finalidad de quitarle el subsidio.


Lo que provoco que muchas de estas eminencias comenzaran a migrar ante la falta de una remuneración económica. Así, entrar los propios estudiantes; de últimos grados a impartir clases a sus compañeros de primero; a cambio de despensas. Lamentablemente no falto el “Listo” que cambiara este incentivo por dinero; generándose dos vertientes, la primera se convirtió en cuota compensatoria; la cual paso poco a poco de 10 pesos por alumno hasta lo que hoy conocemos como cuotas “voluntarias” de hasta $2 mil 500 pesos (M/N Méx.) y la otra vertiente fue “Gratificación Directa” o compra de calificaciones. Las autoridades rectores y las direcciones de derechos humanos del universitario, buscan enfrentar éste grave problema. Pero lamentablemente los amigos de la corrupción se respaldan en el sindicato para resguardarse y seguir cometiendo sus perversidades.


El hecho de que un profesor te pida dinero por la calificación; no sorprende a los estudiantes, al contrario, en los pasillos de las universidades se les observa a los grupitos platicando sobre ¿Cómo le van a hacer para pagarlas? Lo malo es que actualmente en México y el estado de Guerrero; este tipo de extorciones y la falta de empleos, obligan a nuestros jóvenes a buscar otras alternativas como la venta de veneno en polvo blanco. Y son jóvenes que también estudian en nuestras universidades tratando de vivir sus dobles vidas. Eso no lo han contemplado algunos de nuestros seudo maestros y su soberbia les hace seguir sintiéndose unos “Todopoderosos”. Estas circunstancias podrían generar el síndrome Columbine. –“Imaginemos que se trata de una alumna; a la que un maestro degenerado le pide “amor”; la doncella no tardara en comentárselo a su “pareja” quien se dedica a esta actividad ilícita”–.


Me pregunto, ¿No podría amanecer descuartizado este docente? Y no es la primera vez que un maestro está a punto de ser acribilladlo en la UAG. Afortunadamente la pistola se ha trabado o de plano, son maestros que han tenido la suerte de que alguien detenga a su verdugo. Vivimos en un Estado de inseguridad, cada día más latente y existe un 15% de probabilidades de que suceda un crimen en la universidad. El porcentaje es muy poco; pero si le damos un carácter de lenguaje coloquial para que se entienda la magnitud del problema; ese porcentaje es similar a que un niño juegue a la ruleta rusa con un revólver. ¿Estamos preparados? ¿Acaso es necesario que para que la actitud de estos decanos cambie o se erradique la corrupción en nuestra universidad; será necesario que se masacre a algunos cuántos de estos maestros? La suma de todos los factores menores tiene como consecuencia de la extinción de su creador.


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romaen73@hotmail.com

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