Fecha de Publicación:
Acapulco de Juárez, Gro. Méx. 24 Enero 2011
Dir. Revista Virtual LEMA Universitario:
Emilio Nahín Rojas Madero
“Mi vida por una mejor Nación”
Debate o Reality Show
Emilio Nahín Rojas Madero
Supuestamente el debate es un acto de comunicación que consiste en la discusión de un tema polémica entre dos o más personas; tiene un carácter argumentativo, está dirigido por un moderador para que todos los participantes en él, tengan garantizada la formulación de su opinión, no se busca un ganador, sino más bien conocer las distintas posturas sobre un determinado tema, normalmente. En tanto, esto último se medirá por quien mejor sostenga una idea, más que por el que tenga la razón. Pero ya lo han dicho muchos otros el cliché de que no siempre quien gana el debate, gana la elección.
Y es que lamentablemente lo que vemos en televisión, ni siquiera es un debate; sino simplemente un reality show. Donde los exponentes en vez de plantear y ejercer el concepto original del debate, se ponen a agredirse verbalmente; se señalan de rateros, traidores, defraudadores y una sarta de descalificaciones como la gente de lavadero (según expresión del vulgo). Pero la razón es obvia; muchos de sus asesores siguen creyendo que la sociedad es una masa amorfa y sin ideas, que no analiza y se deja llevar por parámetros tan superficiales. En pocas palabras; que vivimos en un pueblo al que le gusta el “Pan y Circo”.
Estos seudo expertos siguen muy al pie de la letra los preceptos planteados en el libro “Le propagande politique” de Jean-Marie Domenach y muy en especial los mecanismos propagandísticos Nazis; a cargo de Paul Joseph Goebbels político alemán, ministro de propaganda de la Alemania Nacional Socialista, figura clave en el régimen, amigo íntimo de Adolf Hitler, y Canciller de la Alemania Nazi en su sucesión. A quien se le debe atribuir este tipo de conductas descalificativas para contrarrestar las del adversario en los debates que hoy vislumbramos en televisión. Lo malo es que estas estrategias ya cayeron en el desencanto de la sociedad y ésta cada vez mas pide un debate serio, de altura y con propuestas reales y no fantasiosas; aunque los politólogos y publicistas políticos lo duden.
El pueblo ya sabe que al final de cada reality-debate, todos los exponentes terminaran declarándose triunfadores, ya que esta también es una estrategia para desconcertar a la sociedad, desvirtuar la realidad y suprimir e implantar una nueva idea en la psiques colectiva. De lo que el pueblo esta ávido es de un verdadero escenario donde los candidatos planteen soluciones, alternativas o propuestas a las diversas problemáticas que aquejan a la sociedad, tales como salud, seguridad, empleo y educación. Tan pésimo es el sistema o estructura de estos debates que hasta hay personas que aseguran que el que gano el debate en el Estado Guerrero el martes 18 de Enero (2011) por la gubernatura, fue el candidato del PAN y pudiera ser verdad.
Sin embargo la respuesta tiene lógica; y es el hecho de que los candidatos principales de esta contienda y por ser mal asesorados, quisieron lucirse al tratar de ser los primeros en plantear sus postulados, mientras que el tercero en discordia (PAN) por ser el último exponente, aprovecho esta fortaleza para reforzar los propios, después de escuchar los ajenos. Es como cuando se expone en el salón de clases; todo aquel que pasa primero al pizarrón, siempre termina con la peor calificación, mientras que los últimos adquieren mejores promedios; porque tuvieron tiempo de sondear al profesor (pueblo); saber lo que le agrada y lo que no.
Algunas personas ya se han dado a la tarea de exigir que los debates sean públicos; donde exista participación ciudadana. Que no se establezcan temas a debatir; puesto que se supone que los candidatos ya tienen bien estudiadas sus propuestas y que la sociedad mediante llamadas telefónicas haga la pregunta sin caer en el discurso-pregunta; para lo cual estará a cargo el moderador, evitando que tanto contendientes o candidatos como personas del público excedan el tiempo límite por participación.
En primera instancia ésta propuesta queda dentro del agrado de muchos ciudadanos; sin embargos es preciso añadirle lo académico y lo científico, es por ello que sería favorable la participación de “Peritos Ciudadanos” profesionales independientes y sin partido; quienes al término de la respuesta otorgada por el candidato, intervengan y lo cuestionen. Es decir; si un contendiente dice –“Regalare fertilizante para apoyar al campo”– ésta respuesta deberá contar científicamente por lo mínimo con tres elementos: Marco Legal, Marco Estadístico y Marco de Financiamiento (el más importante). Y ante la falta de uno de estos elementos; deberá intervenir el perito en cuestión (agraria y fomento al campo), para cuestionarlo en estos tópicos y desmentirlo públicamente en caso de que la respuesta no sea sustentable.
Solo así los ciudadanos tendremos candidatos científicos, preparados en la administración pública y no simples títeres impuestos al antojo de esos partidos de ideales y conductas derechistas. Ello contribuirá a la despolarización social y a una mejor definición sobre el virtual ganador del debate, si esto es lo que se busca. Por lo pronto, los ciudadanos seguiremos cayendo en el hartazgo de esos reality-debates; donde nada más nos faltaría escuchar a Rocío Sánchez Azuara y Laura Boso decir –“¡Que pase el desgraciado! (En este espacio agreguen el nombre de su candidato favorito para tal calificativo).
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