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jueves, 10 de noviembre de 2011

CALDERÓN REVELÓ LO OBSCURO DEL PRI - RHP

Fecha de Publicación:
Acapulco de Juárez, Gro. Méx. 10/Noviembre/2011

Dir. Revista Lema Universitario:
Emilio nahín Rojas Madero
“Mi vida por una mejor Nación”

Calderón Reveló Lo Obscuro del PRI
Por Rodrigo Huerta Pegueros

El PRI está a un paso de regresar a la presidencia de la República. Esto lo veremos tras la elección del primero de julio del 2012. Mientras tanto, los partidos políticos por un lado y los ciudadanos por otro, están haciendo su análisis para elegir a sus candidatos que llevarán a disputar los puestos de elección popular. Por lo tanto, será una elección atípica, pues por vez primera los electores tendrán que cruzar más de cinco boletas que tienen que ver con los representantes populares de la órbita federa (presidente de la República, senadores y diputados federales) y de la órbita local (ayuntamientos y diputados locales).

Por estas razones y muchas más, los priistas están más que engolosinados en querer ganar todas sin importar lo que hayan hecho o dejado de hacer cuando tuvieron el poder. Por lo mismo, ahora todo lo que se les diga en contrario será para ellos una agresión y un afrenta. Quisieran que la memoria histórica no existiera y que no se les recordara su pasado reciente cuando fueron responsables de llevar las riendas de este país.

Y ahora, cuando la violencia ha sido el fenómeno que apareció tras la toma de posesión del panista presidente de la República, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, tras su declaratoria de guerra contra los cárteles de la droga, los priistas no quieren siquiera acordarse de que los capos del narcotráfico se paseaban sin temor alguno por calles y avenidas del país y ni quien les dijera algo.

Cuando se dio el campanazo de que México estaba siendo inundado por la droga y que era factible que los gobernantes cayeran en sus redes por el alto poder de corrupción y amedrentamiento de los narcotraficantes, el gobierno calderonista se dijo puesto y dispuesto a hacerles frente con el apoyo único y exclusivo de las fuerzas armadas, esto es, con el ejército mexicano y la armada de México. Poco después se sumó a esta cruzada la policía federal tras haberse certificado y pasar los controles de confianza.

Han pasado ya casi cinco años de la toma de posesión de Calderón y de su guerra contra el narco y el saldo no ha sido del todo positivo pues se tiene como referente a esta guerra más de 45 mil personas que han sido víctimas de esta cruzada, entre ellos varios cientos de personas inocentes que sin deberla ni temerla cayeron abatidos por las balas de criminales y de uniformados. A eso se le llama daños colaterales. O sea, que estaban en el lugar, la hora y el día equivocado.

Luego entonces, la sociedad mexicana está harta de esta guerra sin fin. Pero lo cierto es que sin la misma, quien sabe en qué condiciones se estuvieran desenvolviendo los gobiernos municipales y estatales y las diferentes corporaciones policiacas que operan en todo el territorio nacional. Tenemos la información de que la mayoría de las corporaciones policiacas, por no decir todas, estaban involucradas o contaminadas por el crimen organizado. La misma policía federal tuvo que hacer un trabajo intenso para depurarse de malos servidores públicos que operaban desde dentro como informantes de los capos de las drogas.

Y esta realidad mexicana no se construyó de la noche a la mañana  y menos en los últimos once años del arriba del PAN a la presidencia de la República. La filtración del narco, su expansión en el país y su afianzamiento entre los gobernantes tuvo su origen en los gobiernos priistas. No se puede tapar el sol con un dedo ni engañarnos a nosotros mismos de que eso no sucedió así. Por ello, lo declarado por el presidente Calderón al periódico New York Times, no solo molestó sino que enfureció a los priistas porque los puso en el centro del debate y la discusión y de su proceder cuando fueron o son detentadores del poder público.

El presidente Calderón no dijo nada que los mexicanos no tengamos registrado en la memoria histórica y no hay nada de lo que dijo el presidente que no pueda ser corroborado por las mismas fuerzas armadas de este país quienes como es la norma Constitucional, tienen que obedecer a quien se le denomina como su jefe supremo que es el Presidente de la República. Ya lo dijo el ex presidente Miguel de la Madrid Hurtado. Ya lo corroboró el ex gobernador de Nuevo León, Sócrates Rizzo, de que la praxis entre los priistas para contener, más no para combatir en forma frontal y decisiva a los capos de las drogas, era distinta y se llegaba hasta el acuerdo y la negociación.

Los priistas no pueden decir nada a su favor. Deberían sí, en cambio, poder hacer un exhorto a la sociedad mexicana de que ahora, en estos nuevos tiempos del naciente siglo XXI, no caerán en los mismos métodos de gobierno de sus antecesores y mucho menos en lo relativo al combate a las drogas y al crimen organizado.

Si bien no queremos el regreso al autoritarismo y sí en cambio que prevalezca el avance del poder democrático en el país, lo mismo deseamos que en lo relativo al combate a las drogas y los criminales, el gobierno en sus diferentes manifestaciones, continúe en la misma línea que se ha marcado en este sexenio, esto es, que las policías se depuren, que sean mejores, que respeten los derechos humanos, que sean capacitados y técnicamente formados. Queremos una policía que proteja y que no asalte, que sea acompañante y no enemiga de la población. Eso demandamos ahora y creo que lo exigiremos en el futuro próximo.

El PRI no debe desgarrarse las vestiduras por las declaraciones del presidente Calderón quien ni siquiera los involucró a todos y por ende, lo que se diga en contrario será una malindrada. La demanda que se interponga ante el IFE u otra instancia tendrá como destino el cesto de la basura pues no existe asidero para condenar a un presidente de la República por hacer un ejercicio de su libertad de expresión y particularmente por dar respuesta a una pregunta formulada por un diario norteamericano interesado en lo que está sucediendo en México y particularmente en sus instituciones frente a un proceso electoral atípico a realizarse en julio del 2012.

Finalmente lo que pasa en el PRI es que no quieren que le descuadren su proyecto y que no le recuerden su pasado pues entonces sí los nuevos votantes, esos nuevos electores que no vivieron ni sufrieron las calamidades que sufrió la sociedad mexicana cuando este partido fue gobierno, vayan a despertar y vayan a voltearle la cara y con ello la confianza y se esfume el voto que quizá hoy tengan contemplado los priistas que los jóvenes le proveerán.

La memoria histórica sirve para no cometer los errores del pasado. Por ello, los jóvenes están comprometidos con hacer una revisión de la historia reciente de México para que conozcan los pro y los contra de que el PRI regrese al poder en el 2012 o le sea retirada la confianza. Ni mas ni menos.

El Presidente habló. Los priistas refutaron. Los votantes tienen la palabra.

Periodista y Analista Político
observar@gmail.com

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